Cripto: Negociaciones clave en el Senado continúan a pesar del cierre del gobierno

A pesar de la parálisis del gobierno federal, los legisladores republicanos mantienen su ambicioso calendario cripto. Varios senadores clave afirman que quieren aprobar una ley histórica sobre activos digitales antes de que termine el año. Pero, ¿se mantendrá esta promesa frente al estancamiento presupuestario que bloquea Washington?

El Senado de EE. UU. acelera con las criptomonedas a pesar del caos presupuestario

Varios senadores republicanos se niegan a dejar que el estancamiento presupuestario frene sus ambiciones regulatorias. 

John Boozman, quien preside el Comité de Agricultura del Senado, está intensificando las negociaciones con sus homólogos demócratas para presentar un proyecto de ley bipartidista “muy pronto”. Su objetivo sigue siendo el mismo: lograr que esta legislación se apruebe antes de 2026.

Esta determinación se explica por una realidad política implacable. Como señala el senador Thom Tillis, la ventana de oportunidad solo permanecerá abierta hasta febrero de 2026 como máximo. 

Después de esta fecha límite, las elecciones de medio término convertirán al Congreso en un campo de batalla electoral donde cualquier consenso será casi imposible. Los legisladores lo saben: es ahora o nunca.

El Comité Bancario del Senado también ha comenzado prometedoras discusiones bipartidistas. Fuentes cercanas al asunto mencionan un posible anuncio de acuerdo en unas semanas. 

Este impulso contrasta fuertemente con la parálisis administrativa que afecta a otros sectores, donde miles de empleados federales han estado en licencia forzada desde principios de octubre.

El calendario inicial preveía una revisión por parte del Comité de Agricultura a finales de septiembre y por el Comité Bancario a finales de octubre. Aunque no se cumplió el primer plazo, los republicanos mantienen el rumbo. 

Cynthia Lummis, senadora de Wyoming y figura destacada en el ámbito cripto, sigue convencida de que el presidente Trump podrá firmar el proyecto de ley antes de 2026.

Brian Armstrong reactiva la maquinaria legislativa

La visita del CEO de Coinbase a Washington la semana pasada marcó un punto de inflexión. Brian Armstrong se reunió con varios legisladores y ofreció una evaluación alentadora: el Senado ha encontrado un terreno común en aproximadamente el 90% de los temas relacionados con cripto. Esta convergencia inesperada da nuevo impulso al proceso legislativo.

La Responsible Financial Innovation Act, patrocinada por los republicanos en el Senado, se basa directamente en la CLARITY Act aprobada por la Cámara en julio. Esta estrategia legislativa pretende crear un marco coherente para la estructura del mercado de activos digitales. Los líderes del partido habían prometido construir sobre las bases sentadas por sus colegas de la Cámara, una promesa que parecen decididos a cumplir.

El impulso sigue siendo frágil. El cierre complica todo, especialmente las decisiones de la SEC sobre los ETF de cripto. La agencia sigue operando con personal reducido y tuvo que retrasar la revisión de varios expedientes, aunque los ETF de Litecoin (LTC) y Hedera (HBAR) ya se han lanzado en la NYSE. En cuanto a Michael Selig, designado por Donald Trump para liderar la CFTC, aún no ha sido confirmado por el Senado, y su audiencia sigue pendiente.

A pesar de estos obstáculos, la industria cripto sigue esperanzada. La mesa redonda anunciada para el 22 de octubre sí se llevó a cabo, reuniendo a líderes de Kraken, Coinbase, Ripple y Circle para mantener el diálogo entre legisladores y actores de la industria. Esta movilización ilustra la importancia estratégica de estos proyectos de ley para un ecosistema que lleva años exigiendo un marco regulatorio claro.

El Congreso de EE. UU. se juega su credibilidad en el campo de la regulación cripto. Si los republicanos logran cumplir sus compromisos a pesar del caos circundante, Estados Unidos podría finalmente ofrecer a su industria de activos digitales la tan esperada claridad legal. De lo contrario, habrá que esperar hasta 2027, arriesgando que otras jurisdicciones tomen una ventaja decisiva.